Pancorbo
Hidalgo PL, López Ortega J. Hepatitis, cirrosis y cáncer de hígado. En: De la
Fuente Ramos M. Enfermería Médico-Quirúrgica. Vol. III. Colección Enfermería
S21. 2ª ed. Madrid: Difusión Avances de Enfermería (DAE); 2009. p. 1692-1707.
BIBLIOGRAFIA VII Cirrosis hepática
Etiopatogenia
La cirrosis
hepática es, a la vez, la patología más frecuente y grave de esta víscera. Ello
explica que represente una causa habitual de ingreso hospitalario y esté
situada entre las cinco primeras causas responsables de muerte, al menos en el
mundo occidental.
Es una
enfermedad crónica y difusa del hígado, de etiología algunas veces desconocida
y que se define con certeza por sus características histopatológicas, que
incluyen esencialmente tres tipos de alteraciones:
- Presencia de lesiones en la célula hepática, que van desde alteraciones degenerativas de carácter discreto hasta la necrosis.
- Extensión progresiva de una fibrosis hepática densa, en forma de gruesas bandas que disecan el parénquima, aíslan los nódulos regenerativos rodeándolos y dan al hígado en suma una consistencia firme y hasta dura.
- Aparición de los denominados nódulos de regeneración o conglomerados de nuevos hepatocitos (ante la degeneración y necrosis de los de estructura normal) que, por su arquitectura, resultan funcionalmente deficientes, ya que no guardan relaciones normales con el sistema vascular ni biliar.
Clasificación
Atendiendo a
su etiología, se clasifican las cirrosis al menos en estos seis grupos:
·
Cirrosis
alcohólica.
·
Cirrosis
posthepatítica
·
Cirrosis biliar
·
Cirrosis por
enfermedades de depósito
·
Cirrosis
cardiaca:
·
Cirrosis
criptogénica
Manifestaciones
clínicas y complicaciones potenciales: Hepatomegalia, estigmas hepáticos, ictericia.
Medidas
terapéuticas
El objetivo
fundamental de estas propuestas es mantener al paciente en una situación de
compensación durante el mayor periodo de tiempo posible, para ello las
intervenciones más recomendables son:
- Ausencia total de alcohol, barbitúricos y tóxicos hepáticos.
- Dieta equilibrada y libre, si resulta posible. Es recomendable que sea baja en sodio, especialmente si existen retenciones líquidas del tipo del edema y/o la ascitis (Ver Imagen 1) .
- Se debe ejercitar un fuerte control de coagulación y administrar, con rigor, la medicación prescrita necesaria (vitamina K).
- Atender la correcta cobertura de las necesidades humanas básicas.
Hallazgos en
la cirrosis hepática
Compensada
- Hepatomegalia indurada, de borde cortante, indoloro, con o sin esplenomegalia.
- Estigmas hepáticos: eritema palmar, arañas vasculares, epistaxis y gingivorragias, ginecomastia y otras alteraciones endocrinas.
- Ictericia.
Descompensada
- Epigastralgia-abdominalgia de tipo cólico.
- Síndrome de hipertensión portal: varices esofagogás tricas, ascitis y esplenomegalia congestiva.
- Signos de encefalopatía hepática.
En ambos
procesos, es posible encontrar dificultades respiratorias, del tipo de la
disnea, subsiguientes a la merma de la capacidad de movimientos diafragmáticos
por causa de la ascitis. Asimismo, es posible encontrar evidencias hemorrágicas
en la piel por la presencia de hematomas, petequias, de igual modo que es
posible encontrar lesiones subsiguientes a rascado y/o descamación por prurito
intenso.
Técnicas y medios de diagnóstico:
Hemograma y datos bioquímicos, pruebas
de función hepática, marcadores
hepáticos, orina,
diagnóstico por la imagen,
paracentesis abdominal , biopsia hepática.
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