BIBLIOGRAFIA IV. ERGE (enfermedad de reflujo gastroesofágico).
Lewis
SM, Heitkemper MM, Dirksen SR, O’Brien PG, Giddens JF, Bucher L. Intervención
enfermera. Problemas del tracto gastrointestinal superior. En: Heitkemper MM. Enfermería médico quirúrgica.
Valoración y cuidados de problemas clínicos. Sexta edición. Madrid: El Servier;
2004. p. 2816-2828.
Estos autores explican que el ERGE no es una
enfermedad sino un síndrome, definiéndolo como: “una situación sintomática clínicamente importante o una alteración
histopatológica presumiblemente secundaria a reflujo de contenido gástrico
hacia el esófago inferior”. Da como posibles
causantes del síndrome a la hernia de hiato, incompetencia del esfínter esofágico
inferior, alteración de la motilidad esofágica y a una disminución del
vaciamiento gástrico. Después pasa a
describir los factores que afectan a la presión del EEI como el alcohol, el
chocolate y las comidas grasas entre otros muchos.
Después pasan a explicar las posibles complicaciones como puede
ser la esofagitis y el esófago de Barret, que serían una consecuencia del ERGE
o podría ser lo contrario que este fuera una consecuencia de los anteriores.
Sigue explicando los posibles diagnósticos. La endoscopia es útil en la valoración de la competencia
del EEI y de la extensión de la inflamación (si está presente), de las
cicatrices potenciales y las estenosis. Puede realizarse biopsia y tomar
muestras citológicas para diferenciar el esófago de Barrett de un carcinoma del
estómago o del esófago. La ingestión de
bario se realiza
para determinar si existe protrusión de la parte superior del estómago.
La manometría se utiliza para el estudio de la motilidad. El estudio del Ph
para saber la acidez que tiene el estómago.
En el siguiente tema habla de los cuidados de colaboración. En primer del diagnóstico: “Historia clínica
y exploración física. Endoscopia con biopsia y análisis citológico del tracto
GI superior. Tránsito baritado. Estudios de motilidad (manometría). Valoración
del pH (laboratorio o ambulatorio durante 24 horas)”. Sigue explicando cuidados otros cuidados de
colaboración como: elevación de la cabecera, antiácidos, fármacos
antireceptores, tratamiento quirúrgico, endoscópico, etc. La mayoría de los pacientes con RGE pueden ser
tratados con éxito modificando su estilo de vida y con tratamiento farmacológico.
Estos son enfoques a largo plazo que precisan la educación del paciente y el cumplimiento
terapéutico.
Como colofón a todo lo anterior, nos da una guía para enseñar al paciente
y a sus familiares de cómo prevenir el ERGE.
Todo lo expuesto anteriormente no hace pensar que el libro expone
suficientemente toda la secuencia desde la que puede actuar la enfermera, valoración,
diagnóstico, objetivos e intervención
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